Santa Cruz: Joven muere tras sesión de exorcismo
Un extraño caso conmueve a la comunidad 2 de Enero del municipio cruceño de San Ignacio de Velasco, donde una joven de 22 años, de nombre Jaquelín Chávez J. murió luego de una práctica de exorcismo tras ser sindicada de estar poseída por el demonio. Según el informe de la Policía, la joven empezó a sufrir cambios en su comportamiento a principios de noviembre con la pérdida de su apetito, convulsiones y lo más alarmante, el cambio de voz, similar a la de un varón. La muchacha fue trasladada hasta el hospital municipal del Plan Tres Mil donde se sometió a un chequeo médico, pero resultó que se encontraba completamente sana.
A su retorno a su domicilio, las convulsiones se manifestaron de nuevo hasta llegar a extremos de lanzar insultos contra sus padres. "No voy a dejar este cuerpo", fueron sus expresiones con voz varonil.
Velada en una iglesia. Uno de los investigadores comentó que según versiones de sus padres, la jovencita cuando convulsionaba tenía una fuerza sorprendente y se trataba de hacer daño ella misma. Por esta situación buscaron ayuda con los pastores de una iglesia evangélica para que le practiquen una liberación espiritual con el fin de sacarle el supuesto demonio que la poseía. La mujer fue llevada hasta la iglesia donde fue echada en una cama y los pastores comenzaron a orar por ella. Un visionista que participó del ritual interrogó a Jaquelín y habría indicado a sus familiares que logró ver en ella la cabeza de un demonio y tres víboras en su estómago. La mujer falleció la madrugada del lunes por un paro cardiaco, según el reporte de la forense Rafaela Motta. Su tía, Linda Ch. S., cree que los pastores evangélicos algo tuvieron que ver en su muerte porque se negaban a que la muchacha sea velada donde sus familiares y que tenga conocimiento la Policía.
FELCC
Dejaron libres a dos pastores y un familiar
El jefe policial de San Ignacio, Alejandro Meneses, dijo que inicialmente se arrestó con fines investigativos a los pastores y un familiar, pero horas después fueron puestos en libertad tras aclarar dudas en torno a la muerte de la joven.
Los evangélicos quedaron visiblemente afectados y evitaron referirse al caso puntual de Jaquelín y se limitaron a decir que solo Dios sabe lo que pasa. Los pobladores relataron que la joven horas antes de su muerte gritaba y pedía auxilio.
